Veterinarios de la Universidad del Valle de México (UVM) probaron con éxito una técnica terapéutica para atender a perros infectados con parvovirus y acelerar su recuperación en 24 horas en lugar de requerir un ciclo de 15 días. Este tratamiento, que es dirigido por la Médico Veterinaria Zootecnista (MVZ) Mónica Saavedra, consiste en el trasplante de plasma de sangre de perro y es aplicado en el Hospital Veterinario de la UVM. El tratamiento tradicional es tan prolongado que en muchos casos desemboca en la muerte del paciente.
El plasma fresco congelado es uno de los hemoderivados que se separan de la sangre. Este material biológico se utiliza principalmente en perros que presentan patologías en las que hay deficiencia de proteínas, incluyendo factores de coagulación, porque el plasma fresco congelado ayuda a reponer las proteínas sanguíneas y puede reforzar la inmunidad pasiva. En la Ciudad de México, actualmente se colecta, almacena y distribuye plasma fresco congelado en el Banco de Sangre para mascotas del Hospital Veterinario de la UVM
El parvovirus es una enfermedad viral común en los caninos, la cual provoca cuadros muy severos de gastroenteritis hemorrágica, además de depresión en la formación de células en médula ósea; el plasma ayuda en dos formas:
En primer lugar, en recuperar las proteínas que pierden los perros con parvovirosis por la diarrea; por otro lado, en la transmisión de inmunidad pasiva, es decir, el plasma le suministra anticuerpos preformados —cuando un paciente adquiere una enfermedad infecciosa tarda en formar estos anticuerpos hasta 10 días—, por lo tanto, al transfundir plasma, se proporcionan estos anticuerpos que se encargarán de acelerar la defensa del organismo.
“Hemos visto buenos resultados en los animales a los que se les ha administrado plasma. En 24 horas posterior a la administración ya están comiendo, logran reincorporarse, están alerta al ambiente, e incluso de comportamiento; con ello hemos comprobado que la administración del plasma en estos casos es fundamental para su recuperación”, dijo Mónica Saavedra.
Agregó que antes de que existiera el Banco de Sangre de UVM que cuenta con hemoderivados el tratamiento tradicional era sintomático, el cual consistía en controlar signos y evitar complicaciones. Se enfocaba principalmente en mantener al paciente hidratado, controlar el dolor, verificar vaciamiento gástrico, movimientos peristálticos, en mantener la temperatura, evitar diarrea, etcétera.
Otro tratamiento era hacer transfusiones de sangre completa, sin embargo, hay muchos pacientes que no requieren transfusión de eritrocitos, sólo requieren transfusión de plasma.
La especialista en patología clínica señaló que para cualquiera de los hemoderivados es ideal que los pacientes estén tipificados. Es importante considerar que también pueden encontrarse antígenos en el plasma, por lo tanto, aunque el riesgo es menor que con la transfusión de sangre completa o concentrado de eritrocitos, existe la posibilidad de una respuesta antigénica.
En el Hospital Veterinario de UVM se promueve que tanto donadores como pacientes se tipifiquen, ya que un donador puede beneficiar hasta a tres pacientes más con el uso de los hemoderivados: concentrado de eritrocitos, plasma fresco congelado y concentrado de plaquetas.
Además, el uso de plasma ayuda en el tratamiento a perros con hemofilia o enfermedad de von Willebrand, que son trastornos de coagulación, en algunos otros casos apoya el tratamiento de enfermedades perdedoras de proteínas como pueden ser enteropatías, nefropatías o cualquiera que provoque la pérdida de albúmina, que es una proteína muy importante en la sangre.
FUENTE: www.cronica.com.mx/
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